Un sistema que permitiera al público consumidor en general calificar la calidad y el servicio de los comercios que visita.
La idea partía de la oportunidad de diseño identificada de ayudar a mejorar la economía de las personas y hacer un poco más justa su situación. Esta meta se aterrizaba con un producto físico con botones para que el consumidor calificara un negocio. Así se hacía pública la opinión de la gente respecto al negocio en cuestión, ayudando a ambas partes - los consumidores harían escuchar su voz y los negocios tendrían una manera tangible de saber cómo van.
Para ello los consumidores sumarían sus opiniones individuales para conformar un sistema más grande, necesitaría retroalimentación inmediata, empatía, un compromiso y un rol (Design with Intent) para confiar en el sistema y viera que su voto es útil. Se basa en llevar información a donde antes no estaba, cambiar las reglas del comercio, y jugar con el paradigma de "consumidor" (leverage points).
Además, el sistema tenía un valor agregado que incentivaba el voto: para tener derecho a calificar se debía hacer una donación a alguna ONG, y el consumidor tenía el poder de elegir cuál.
Para validar nuestra propuesta, elaboramos un prototipo funcional y lo probamos en un negocio ubicado en la calle de San Roque, cerca del mercado El Tepe.
La gente respondió positivamente a pesar de la aparente complejidad del sistema. El profesor Horacio Cardiel también lo calificó de "novedoso e interesante" y ayudó al desarrollo de la versión final que se probó con la gente.
Más adelante, hicimos una encuesta para preguntarle a la gente a qué opción le gustaría destinar su dinero, como primer lugar mencionaron que para donativo y después para obtener dinero en un sorteo acumulativo. Aunque también hubo muchos comentarios referentes a que sería mejor que NO se necesitara dinero (por la desconfianza que actualmente existe).
En el grupo de clase, la retroalimentación obtenida fue:
Las opiniones fueron muy variadas, pero en general negativas o cuestionantes, "¿dónde quedó el cuidado en el ingreso del hogar? No creo que votar por pagar sea buena idea. Democracia? cuidado con eso, es un concepto devaluado. Muy injusto...La gente no va a votar...¿qué pasó con la energía?"
Lo cierto es que era un producto novedoso, útil y que impactaría la economía a través de los consumidores, de los negocios, y las relaciones económicas y comerciales en sí.
Sin embargo, de acuerdo a la materia, a la retroalimentación, y a lo aprendido tras el examen de primer parcial (del cual hablaremos en una entrada posterior) aceptamos que fue una solución sin salida y sin mucho campo de mejora.
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